domingo, 26 de febrero de 2012


Yo,  BiBlioTeCaRiA
Lentamente empiezo a taparme el chall amarillo y a esconder mi cartera de un rojo tomate. También me pongo la campera negra y en un movimiento más rápido que el de la velocidad de la luz (si es que eso es posible) me subo el cierre (Imagino que me voy acercando al estereotipo: se me dibujan unos lentes, un rodete, una falda gris y unos mocasines horribles) Listo. Sigo escuchando: decoro, buen gusto, discreción. Que el sambódromo es el sambódromo, un cocoliche un cocoliche y una escuela es una escuela. Empiezo a sentirme luciérnaga en noche cerrada,  baliza en autopista. Imposible no verme. Me subo el cierre hasta el cuello. Deci que  hoy está fresco  y justo estoy al lado de la ventana que si no. Pero ayyyy..tarde! en menos de una hora violé dos de las reglas básicas de convivencia: vestimenta decorosa y puntualidad (además de “encendida” llegue hora y media retrasada..lo que se dice una kamikaze). Y para aumentar mi fastidio una de ellas levanta la mano de manera muy coqueta pidiendo permiso para hablar (entiéndase, erguida, muy erguida, frente y mentón en alto) “las cosas para mí son blancas o negras..” O beige. O caqui le diría yo. Claro quién sino iba a decir eso, la misma que tenía ese vestidito estilo zafari la jornada anterior y una cabellera atada en una cola de caballo tirante. Toda correctita. Nada fuera de tono, nada indecoroso. Toda beige!!!
Yo, diez años atrás.

2 comentarios:

  1. Ayer creo que lo comenté en otro contexto, pero esa bibliotecaria me recuerda a una de un cuento de Alice Munro, que se llama "Entusiasmo", en el libro Secretos a voces (http://palabrascromaticas.blogspot.com/2011/04/leyendo-alice-munro-secretos-voces.html)

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  2. Si, por supuesto que reparé en ese comentario tuyo ese dia y hasta tomé nota del cuento y la autora porque inmediatamente me acorde del post que habia escrito(ahora tengo el dato mejor!! gracias!)...

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