BlAnCo SoBrE nEgRo,
DiCiEmBrE
En el aire flota un olor a pino.
Mis ojos titilan al son de las
lucecitas de colores que prenden y apagan.
Mis pupilas se aquietan y mis
pensamientos se van más allá. De fondo, escucho retazos de conversaciones ajenas.
Otra vez las luces parpadeando. Donde miro hay lucecitas.
Mis ojos vuelven en sí. Yo vuelvo
al presente. Apoyo la sien en la ventanilla y observo resbalar la lluvia, que
finísima empieza a golpear contra el vidrio.
Me gusta diciembre.
Huele a jazmines, a pino y a azahar.
A pan dulce. Y a libro recién abierto.
A ropa recién puesta, a espuma de
mar. A pólvora quemada.
Me gusta diciembre.
Suena a griterío callejero y lejano. A gentío en
movimiento.
Se siente como brisa cálida y perfumada, fresco como baldosa contra la piel, como sol picando en la cara.
Como lluvia repentina que
apabulla y redime a la vez. A pelo mojado.
Me gusta diciembre,
lástima la pena.