jueves, 20 de diciembre de 2012


BlAnCo SoBrE nEgRo, DiCiEmBrE


En el aire flota un olor  a pino.
Mis ojos titilan al son de las lucecitas de colores que prenden y apagan.

Mis pupilas se aquietan y mis pensamientos se van más allá. De fondo, escucho retazos de conversaciones ajenas. Otra vez las luces parpadeando. Donde miro hay lucecitas.

Mis ojos vuelven en sí. Yo vuelvo al presente. Apoyo la sien en la ventanilla y observo resbalar la lluvia, que finísima empieza a golpear contra el vidrio.

Me gusta diciembre.

Huele a jazmines, a pino y a azahar. A pan dulce. Y a libro recién abierto.

A ropa recién puesta, a espuma de mar. A pólvora quemada.

Me gusta diciembre.

Suena  a griterío callejero y lejano. A gentío en movimiento.

Se siente como brisa cálida y perfumada, fresco como baldosa contra la piel, como sol picando en la cara.

Como lluvia repentina que apabulla y redime a la vez. A pelo mojado.

Me gusta diciembre,
lástima la pena.