domingo, 27 de noviembre de 2011


Zoom 

Por un momento ella creyó ser la protagonista de la historia, pero de  pronto la cámara giró  y cambio de plano…entonces entendió: lo suyo, su participación en aquella historia, no había sido más que un  zoom  sobre los personajes secundarios (en este caso sobre ella misma) para volver luego y rápidamente a la trama principal donde los auténticos protagonistas retomaban el curso del guión y seguían  contando la historia.

sábado, 26 de noviembre de 2011


Treinta y pico


Y ella que pensaba que las arrugas –sobre todo alrededor de los ojos, las  archifamosas pata de gallo- eran lo peor: un “fibroma”. ¿Y por qué salen? -le preguntó,  con ese insistente afán interrogatorio, con ese espíritu nunca doblegado por sus años de diván de querer saber las cosas hasta el final (porque bien sabia ella que eso era típico de su madre, el dedo en la llaga: estar vomitando y que le enumerara la lista de comidas asquerosas y mezclas de la semana, y si era posible, del mes entero). 

-Bueno es por la edad, ¿vos cuantos años tenías?
- treinta y pico…
-…después de los embarazos (¿?) y de los treinta aparecen estas cosas.

-Humm..Pero yo no tuve embarazos..- contestó pensativa. O sea que…

 Fibroma = vieja, inmediatamente tecleó  en cabeza apenas puso un pie en la vereda. Bueno, y entonces los treinta y pico –pensó-además de cierta seguridad económica, independencia, realización profesional, cierto refinamiento con las pilchas y con la comida, con la literatura  (según su mejor amiga estaba demasiado snob ) traían fibromas. Salió del consultorio y ni ganas de ponerse los auriculares. No por miedo, ya había pasado, psicoanálisis mediante, su época de miedos irracionales a morir de, por ejemplo, una picadura de jején. No, que va, no era eso; solo sintió que tooooodo el espíritu joven, y las ganas de vivir,  vale aclarar, toda la energía que había logrado recuperar en esos dos últimas días –después de su última catástrofe amorosa (o como quiera llamársele) se le había ido al tacho en dos segundos…ufff;  no, no parecía lógico tararear a Kevin Johansen por  la calle (otra vez, diciéndole- ‘que hacer con tanta angustia por cosas no resueltas, con toda esta energía casi siempre mal puesta ‘…¿Qué? Se lo estaba cantado a ella???) cuando sentía que caminaba con un letrero en la frente que decía fibroma: te estás poniendo vieja.. 
Qué cosas hace la cabecita con una simple palabrita, eh? 

Por suerte llegó al trabajo y entró.

miércoles, 23 de noviembre de 2011


Centrífugo/ Centrípeto


En ese breve tiempo ella se dio cuenta de lo genial que Él era, aunque él mismo no lo  supiese, y aunque quizá no lo supiera nunca, o lo supiera cuando ya no estuviesen juntos.

-Bueno, pero podés venir igual y leer mientras yo hago mis cosas-dijo ella desde la cama.

-No–le contestó   él sonriéndose…- para que yo pueda leer a Sartre mientras vos, por ejemplo hacés tus cosas, debe haber pasado al menos, la mitad de nuestras vidas juntos.
Era verdad, pensó. Pero el solo hecho de que ella se lo dijera y él contestara de esa forma tan realista, tan  lúcida significaba ya que en ese corto e intenso tiempo juntos alguno  -o más bien ambos- había imaginado la escena tan naturalmente ...o, al menos como algo posible y que, por lo tanto, pensó,  iban demasiado rápido y que entonces, algo no estaba donde debía estar. O nada.
Ese exceso de raciocinio no estaba bien y ambos lo sabían. Como un movimiento de doble sentido, lo mismo que los atraía, los repelía, centrípeto y centrifugo a la vez…¿quién podía así?.

lunes, 21 de noviembre de 2011


Gloria es un nombre difícil de olvidar (O de dónde salió Gloria)

Subí tapándome la cara con una carilina , como si estuviese resfriada, para que el taxista no se diera cuenta de que había estado llorando (o acacaba de llorar mas bien) pero no…el tipo se empecinó en hablarme y empezó a sacarme tema(creo que se dio cuenta enseguida, mi voz nasal no me ayudaba mucho ). Quizás para que yo largue el rollo, o no, quizás porque él quería largarlo,  no sé cómo paso del “¿lloverá mañana?” a contarme de sus desvaríos amorosos, pero con un énfasis que yo no había escuchado antes en ningún tachero. Y entonces, en el medio del relato pasó esto: se le entrecortaron las palabras, hizo un silencio profundo y casi que me ofrezco a pasarle mi carilina… “perdón, no escuché lo último”- dije, para decir algo y peor!! Porque el pobre tipo no podía hablar!!- “no, no que… (Ruidos de ventosa)y bueno como te decía …esa mujer me hizo mucho mal pero es la única de la que me enamoré”. Y después dijo: “encima tiene un nombre muy difícil de olvidar”,  “¿por qué cómo se llama?”,Gloria”- me dijo,” –“¿y qué tiene de difícil”, le contesté. “Mira- me dice- un día me levante, cansado de sufrir por esa hija de pip (SIC… para esto habíamos entrado en confianza, yo ya había dejado de fingir un resfrío y para solidarizarme , y como no me cuesta, largué un poquito el rollo también) y me dije ‘esta a mi no me va a hacer sufrir más (parece que Gloria era bravísima, que según me apunto él, era por lo que precisamente, le gustaba…familiar, no?) y decidí sacármela de la cabeza. Entonces salí con el auto y  sube una pasajera, una vieja,  viste de esas viejas que andan (y me miraba por el espejo), bueno y me dice ‘ay que calor que hace, ahora usted acá  con el aire está en la gloria’…pero vieja hija de pip”. Largue una carcajada tal que el taxista no pudo más que hacer lo mismo (mientras me seguía diciendo: “claro y vas  a misa y ‘gloria esto y lo otro”..etc.). Cuando me bajé, me dijo que bueno, que al menos me había hecho reír. Y la verdad que sí. Aunque para eso tuvo que llorar él.


sábado, 19 de noviembre de 2011


Maldita revolución femenina

¿A quién se le ocurrió que podíamos con todo?! Hoy sábado debería al menos ordenar y limpiar mi casa (los sábados son los días de la ‘limpieza general’ no?), pero a la vez tengo tanto para leer y escribir! Yo quiero mates espumosos,  libro en mano y música de fondo…y mi casa que sigua siendo Kosovo.
Pero  escucho la voz de mi mamá (toc-toc): mirá esa pava, que no brilla, que es una vergüenza, que si viene alguien, que tenés que hacerte tiempo…Qué? te querés mirar en la pava?  -le digo. En la casa de mi vieja te podes mirar en las cucharas (lo que, no deja de ser admirable!)
Yo, por ahora, tengo un buen espejo en el baño.
Barrios humedecidos, enmohecidos

Hoy tuve de nuevo esa sensación que me asalta cuando paseo por barrios desconocidos, extraños, poco familiares y con un dejo de abandono...se me apretuja el pecho y...me vuelve la infancia.

Yo no sé por qué...

Pero sé ahora por qué sueño de tanto en tanto con lugares que no conozco, que parecen inventados y me perturba no saber de dónde salieron...ahora creo tener una pista de donde vienen.
Encima, llovia.

 Mi revuelto gramajo

Me doy cuenta:  mi cabeza funciona  como  una especie de revuelto gramajo o mejor,  gramajo revuelto, una cosa (quiero decir un pensamiento) después otro y después otro…pura ‘rosca’..Pura cosa pegoteada y puesta junta…a cocinar! …piruetas mentales que muchas veces no me llevan a nada, como ese chiste que termina “metete el gato en el… pip”. Por eso,  en parte, el blog: o compartía el plato, o me iba  a matar la indigestión!! ! (Porque digo, pienso -ya lo estoy haciendo de nuevo-  no pega hablar de la necesidad de  escribir,  cuando una está abriendo un  blog...no? … AHHH! el revuelto gramajo, lleva huevo?)

Dicen por ahí...

 
 Se cuenta que el revuelto gramajo fue creado por Artemio Gramajo, edecán del general Julio A. Roca a quien acompañó durante las dos campañas al desierto… en fin, el revuelto es muy rico.
Ingredientes
Papas negras, 1/2 K
Aceite de girasol, cantidad necesaria
Cebolla, 1
Jamón cocido, 100 g
Huevos, 4
Manteca, 50 g
Sal y pimienta, a gusto

Preparación
- Pelar las papas y cortarlas en bastones chicos.
- Poner las papas en remojo en agua fría, para que eliminen el almidón, durante 1 hora.
- Secar muy bien las papas con un lienzo.
- Calentar abundante aceite en una sartén profunda.
- Cuando el aceite esté caliente incorporar las papas de a poco, para no enfriar la fritura.
- Dejar cocer y dorar las papas, y retirar.
- Pelar y picar finamente la cebolla.
- Picar groseramente el jamón.
- Batir ligeramente los huevos.
- En una sartén calentar la manteca, saltear allí la cebolla hasta que transparente.
- Incorporar el jamón cocido, las papas fritas y los huevos.
- Revolver el revuelto gramajo hasta que los huevos estén cocidos pero algo jugosos.


Retirar y servir