BoLeRo
Mi tía, que
ahora odia a los hombres dice que sí, que es verdad lo que dice ese bolero, que
“Una vez, nada más se entrega el alma”.
Ella que ahora para todos es terrible y dice que los hombres no sirven para nada, que
para que los querés también tiene como cualquier mujer de esa época una
historia de amor de zaguán y promesas
incumplidas. Terminó casándose con el
negro porque el que realmente (le) importaba, se fue y la dejó esperando
sin mediar explicación (se fue con la otra piba, la de la otra cuadra, que
también iba al baile con nosotras).
Mi tía, la que odia a los hombres
también tuvo un pasado de bailes esperados durante toda una semana o un mes. De
vestidos estrenados (‘ah vos tenias que vernos, cada baile un vestido nuevo’). De
bailes de carnaval. De besos apurados al final de la última pieza de la noche y
un “nos vemos el otro sábado?”. A ella, que ahora a los hombres no los
puede ni ver, se le dibuja una sonrisa cuando se pone pensativa y se acuerda de
la época de los bailes… con la mirada
más allá como buscando en el tiempo y repitiendo, que es cierto que “solamente
una vez amé en la vida, solamente una
vez y nada más”. Y nada más.
tarde o temprano, tendremos momentos de bolero
ResponderEliminarClaroo!! por suerte! siempre anhelé poder haber vivido en los 40' o 50'..sera por eso que me gustó tanto tanto tanto "Boquitas pintadas"?
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