El macho proveedor o Simone de Beauvoir
“Deja
de leer a Simone de Beauvoir que el machismo no está tan mal”, inmediatamente resonó esta frase en mi cabeza
que alguna vez me soltó mi amiga. Mmmm, mis convicciones tambalearon y hasta me
dio un poquito (o bastante) bronca. Era evidente que no a todas nos daba
orgullo la independencia de género, la soberanía económica, y la
mar en coche. Mientras esperaba para pagar lo mío -unas ahora insignificantes pulseras de acrílico “
divinnnnas, muy veraniegas”, según la vendedora- pensaba que lo más difícil, creo,
sería poner en el mismo momento en que
el macho proveedor (de traje y corbata, recién salido de la oficina) gatilla
con la tarjetita unos setecientos roca por un lado y otros tantos in
situ, en mano, por otro, esa cara de otaria...mientras
pienso esto mirándo a la destinataria con instinto asesino, caigo: mil cuatrocientos pesos??? Chan! Está, tanto el vestidito de lentejuelas y los
típicos zapatos de plataforma con brillitos, muy chic, me parecieron horribles
y aunque estuviéramos en un renombrado local, el conjunto daba vedetonga
(hum..sangro por la herida..?) pero seguían siendo mil cuatrocientos pesos!!!! A
pagar por otro, desde mi mirada
femenina: Llevarse tamañas prendas por N-A-D-A..!!! No, yo debo estar mal en serio,
mi amiga tiene razón, menos Segundo sexo
y …voy practicando cómo poner cara de
otaria mientras digo desde el probador “ los zapatos también los llevo, estás
seguro gordi?” .
Esta semana prometo que lo voy a pensar. Que lo del macho
proveedor quizás no esté tan mal.
Muy buenooooo! a mi me encanta el macho proveedor jajjjajjaajaja
ResponderEliminar