pEsAdA LiViAnDaD
Hoy la puerta pesa
más de lo normal, los escalones, más altos y separados, el viento difícil
de sobrellevar y el aire, con olor a basura que alguien quema a lo lejos, más
irrespirable. Y mi cuerpo sin embargo liviano, pluma sin norte, obedece como
un autómata a los rituales cotidianos.Paro en el quiosco,
mientras espero veo a un nene esperando a la hermana o la mamá -quién sabe- con
una parada de adulto que me da mucha pena, que termina de abrir, en mi interior,
el abismo. Siempre puede haber un másabajo.
Y ahí me quedo instalada, en ese másabajo,
de liviana pesadez, de atmósfera irrespirable, de herrumbe, de pena chiquita con
cara de nene pero tremenda y profunda, abismal. Durante el día, de a ratos, intento
subir, miro desde abajo, huelo un poco, me esfuerzo pero no hay caso, tropiezo.
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